(Nota del editor: Este artículo es un extracto de la Guía de recursos de ZigBee).
En los últimos dos años, se ha observado una tendencia interesante que podría ser crucial para el futuro de ZigBee. La interoperabilidad se ha trasladado a la pila de redes. Hace unos años, la industria se centraba principalmente en la capa de red para resolver problemas de interoperabilidad. Esta mentalidad se debía al modelo de conectividad de "un ganador". Es decir, un único protocolo podía "ganar" en el IoT o el hogar inteligente, dominando el mercado y convirtiéndose en la opción obvia para todos los productos. Desde entonces, fabricantes de equipos originales (OEM) y gigantes tecnológicos como Google, Apple, Amazon y Samsung han organizado ecosistemas de alto nivel, a menudo compuestos por dos o más protocolos de conectividad, lo que ha trasladado la preocupación por la interoperabilidad al nivel de aplicación. Hoy en día, es menos relevante que ZigBee y Z-Wave no sean interoperables a nivel de red. Con ecosistemas como SmartThings, los productos que utilizan cualquiera de los dos protocolos pueden coexistir dentro de un sistema, resolviendo la interoperabilidad a nivel de aplicación.
Este modelo beneficia tanto a la industria como al consumidor. Al elegir un ecosistema, el consumidor puede tener la seguridad de que los productos certificados funcionarán en conjunto a pesar de las diferencias en los protocolos de menor nivel. Es importante destacar que los ecosistemas también pueden funcionar en conjunto.
Para ZigBee, este fenómeno resalta la necesidad de ser incluido en ecosistemas en desarrollo. Hasta ahora, la mayoría de los ecosistemas de hogares inteligentes se han centrado en la conectividad de la plataforma, ignorando a menudo las aplicaciones con recursos limitados. Sin embargo, a medida que la conectividad continúa expandiéndose hacia aplicaciones de bajo valor, la necesidad de comprender las limitaciones de recursos cobrará mayor importancia, lo que presionará a los ecosistemas a incorporar protocolos de baja tasa de bits y bajo consumo. Obviamente, ZigBee es una buena opción para esta aplicación. Su mayor activo, su amplia y robusta biblioteca de perfiles de aplicación, desempeñará un papel importante a medida que los ecosistemas se den cuenta de la necesidad de controlar docenas de tipos de dispositivos dispares. Ya hemos visto el valor de la biblioteca para Thread, permitiéndole cerrar la brecha hacia el nivel de aplicación.
ZigBee está entrando en una era de intensa competencia, pero la recompensa es inmensa. Afortunadamente, sabemos que el IoT no es un campo de batalla donde el ganador se lo lleva todo. Múltiples protocolos y ecosistemas prosperarán, encontrando posiciones defendibles en aplicaciones y mercados, lo cual no es la solución a todos los problemas de conectividad, ni ZigBee lo es. Hay mucho margen para el éxito en el IoT, pero tampoco hay garantía de que lo sea.
Hora de publicación: 24 de septiembre de 2021